Cinco coronas de Miss Universo, la última de ellas lograda el lunes por Dayana Mendoza, otras cinco de Miss Mundo y una Miss Earth dieron a Venezuela la reputación de tener las mujeres más hermosas del planeta, aunque para algunos esta belleza dejó de ser natural y se fabrica cuidadosamente en los quirófanos.
"La belleza venezolana es un diamante en bruto y hay organizaciones que se encargan de pulir a las muchachas. Pero la hermosura de nuestras mujeres no se fabrica. Ellas son lindas por el mestizaje, por una actitud espontánea, sexy, muy latina", explicó a la AFP Daniel Slobodianik, cirujano plástico del certamen de Miss Venezuela.
Este doctor, por cuyas manos han pasado varias misses, asegura que en este momento se están practicando retoques muy específicos a las reinas de belleza venezolanas.
"Sobre todo las rodillas y la parte superior de la nariz. En este momento no se tocan los pechos porque había críticas en el exterior sobre las operaciones de las misses venezolanas", agregó el especialista.
La venezolana Dayana Mendoza, de 22 años, fue coronada el lunes en Vietnam Miss Universo 2008, en un certamen en el que hubo finalistas colombiana, dominicana y mexicana."No sólo Venezuela sino toda América Latina lleva a este concurso chicas prefabricadas, lo cual hace que la región quede siempre entre los países finalistas", declaró a la AFP Harley Torres, ex miss venezolana actualmente responsable de una agencia de modelos en Caracas.
Para Goizeder Azua, de 24 años, que fue coronada Miss Venezuela en 2002, la belleza de sus compatriotas es natural, espontánea y fresca y la prueba es ella misma, que ganó el concurso sin someterse a una sola operación.
"La organización de Miss Venezuela invierte tiempo y dinero no sólo en operaciones sino en preparación de las candidatas. Yo conozco a Dayana Mendoza desde hace ocho años, es preciosa desde niña y me encantó verla ayer como la he conocido siempre", afirmó a la AFP.
"Yo me operé los senos y la nariz después de ser Miss Venezuela y porque yo lo decidí. Debe ser la decisión de una misma, para sentirse mejor y no para ganar un concurso. No se puede generalizar", agregó Azua.
No obstante, nadie niega que la cirugía plástica y la obsesión por una perfección física está muy presente en Venezuela, donde operaciones para aumentar el tamaño del pecho, aspirar grasa o retocar una nariz están a la orden del día, son practicadas por buenos médicos y son más asequibles económicamente que en otros países.
"Lamentablemente, el mercado internacional exige medidas y estereotipos ya determinados. La marcha atrás es difícil aunque la perfección no es tener una talla concreta sino por ejemplo ver si las chicas están sanas", explicó esta ex reina de belleza.
Osmel Sousa, presidente del certamen de Miss Venezuela desde 1981, con una reputación de tener un ojo que reconoce a una futura reina de belleza por encima de cualquier defecto, defiende también la modificación de "detalles pequeños".
"Si una muchacha es muy linda pero nació con una nariz muy grande, ¿por qué se tiene que quedar con esa nariz hasta el final si hay un profesional que puede arreglársela?", explica Sousa en la página web de la organización de Miss Venezuela.
Alrededor de 5.000 chicas se presentan anualmente a las pruebas del concurso de Miss Venezuela. En una propiedad situada en Caracas, comienza el proceso para elegir a las más bellas y se invierten miles de dólares en cada aspirante al título: clases de pasarela, inglés, cultura general, yoga, gimnasio, alimentación, asistencia psicológica, sesiones de solarium, consultas con el dermatólogo, tratamientos de belleza, dentista y otros.
"Es normal que las personas que van a un certamen de belleza cumplan ciertas condiciones para participar, pero hoy en día en Venezuela la norma es menos bisturí y más tratamientos", concluyó el doctor Slobodianik.
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